Como se expone en la web de esta firma del norte de Italia, que inicia su producción en 1960, (www.brionvega.it) en los ’60 todos los ojos del mundo miraban a Italia llenos de admiración, ante las ideas, la creatividad y la innovación que promovieron el deseo de soñar y de hacer, con una pléyade de diseñadores que serán siempre admirados en el ámbito del diseño internacional, como en su momento lo fueron los innovadores artistas de Renacimiento italiano. Estos diseñadores “hanno unito in una sintesi perfetta piacere estetico, facilità d’uso, tecnologia e design senza tempo. Opere dal valore riconosciuto e destinato a durare. Opere dalla personalità forte”.
Se forja así el prestigio de la excelencia en el diseño del producto italiano, conocido hasta ahora por el Made in Italy.
De la misma firma nacieron obras maestras que hoy se cotizan como piezas de coleccionista, y están presentes en los principales museos y exposiciones de todo el mundo, como son la radio Cubo, la radio Grattacielo, la radio Fonographo o el precendente de este modelo, la televisión portátil Doney.
La versión Doney 14 obtuvo el Premio Compasso d’Oro en 1962, y se encuentra en el MoMA.
Un precedente que debemos citar aquí es el Sony Portable TV8-301 (1960), el primer televisor portátil que Sony puso en el mercado tras la reputación e innovación alcanzada en las radios portátiles. Diseñado por el propio departamento de diseño de Sony, tenía una forma muy interesante aunque más cercana a un avanzado instrumento tecnológico que a un objeto funcional y decorativo para el hogar. Fue la primera televisión japonesa vendida en EE.UU. y un ejemplar del mismo forma parte también de la colección del MoMA.