Coetánea del Macintosh, muestra la forma más avanzada y sugerente lograda por la máquina de escribir electrónica que Olivetti introduce en el mercado en 1978, y que el primer ordenador de autoedición digital relevaría en el uso en los años siguientes. Es por ello un referente que sale al mercado junto al primer ordenador para la autoedición, que no sólo suple la función de la máquina de escribir sino también otras funciones del diseño gráfico y la preimpresión. Aunque ambos productos conviven en competencia, por el precio mucho más alto del Mac.
Su diseño está basado en una superficie de trabajo organizada en un sencillo plano inclinado que facilita la visibilidad y mejora la ergonomía para pulsar y apoyar las manos. Esta sencillez funcional sería el rasgo más destacado de la serie Logos de calculadoras de sobremesa que Bellini inicia en 1972 y cuya extremada geometría de planos esenciales dio lugar a los diseños más valorados de la marca, en su aspecto formal como objetos.