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Wristwatch
Max BILL
Junghans. Schramberg, Alemania
1962
Reloj de pulsera fabricado por la empresa alemana Junghans, fundada en 1861, fue un claro producto del movimiento moderno promovido por la escuela de Ulm a la que estaba especialmente ligado Bill. Se diseñaron en 1962 tres modelos muy similares, que comparten esta selección. Precedente de estos fueron dos versiones del Wall Clock (1956-57), diseñado por él mismo, y que supone un referente de integración de alta tecnología y diseño en el más puro estilo de la máxima sencillez y cuidado de las proporciones.
Estas características han permitido que estos modelos diseñados por Max Bill para este fabricante se mantengan actualmente a la venta, desde mediados de los ’50. Esta firma de relojes de lujo promueve su consolidada historia con un interesante muse en un edificio patrimonio nacional de principios del siglo XX, que fue su propia fábrica, en el corazón de la Selva Negra. El hecho de que la autoría del diseño de una serie de modelos diferentes, entre ellos algunos de sobremesa, fuese de este admirado artista y diseñador es un valor continuo para estos productos, que no sólo se mantienen a la venta, sino que se comercializan en series limitadas, de unos doscientos ejemplares, que traen en su parte trasera algunos diseños de la obra gráfica de Bill y su firma. Asimismo es un objeto que mantiene un valor constante en las subastas y ventas de piezas clásicas.
Estas características han permitido que estos modelos diseñados por Max Bill para este fabricante se mantengan actualmente a la venta, desde mediados de los ’50. Esta firma de relojes de lujo promueve su consolidada historia con un interesante muse en un edificio patrimonio nacional de principios del siglo XX, que fue su propia fábrica, en el corazón de la Selva Negra. El hecho de que la autoría del diseño de una serie de modelos diferentes, entre ellos algunos de sobremesa, fuese de este admirado artista y diseñador es un valor continuo para estos productos, que no sólo se mantienen a la venta, sino que se comercializan en series limitadas, de unos doscientos ejemplares, que traen en su parte trasera algunos diseños de la obra gráfica de Bill y su firma. Asimismo es un objeto que mantiene un valor constante en las subastas y ventas de piezas clásicas.
