Balneario y Aguas de Solán de Cabras. Cuenca, España
2006
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Un inmediato y gran éxito ha despertado este magistral diseño de Roberto Turégano, uno de nuestros más prestigiosos diseñadores y que curiosamente comparte el mismo origen que esta cualificada agua de la Serranía de Cuenca.
El diseño conserva totalmente limpio y transparente, su geométrico y azul cuerpo cilíndrico que materializa así la calidad de este agua, que incluye para ello el relieve del símbolo tradicional de la marca que garantiza un secular y prestigioso reconocimiento oficial. Tan perfecto diseño se culmina con un original sistema de tapón, que no sólo aporta un atractivo y personalidad especial sino también una mayor funcionalidad que favorece el ancho mayor de su boca.
Esta acumulación de valores funcionales —físicos y de identidad— al mismo tiempo que estéticos han logrado que de las mesas de los restaurantes hayan conquistado la sensibilidad de los comensales para rescatarla de su función práctica y llevarla a sus casas como verdadero objeto estético, incluso llevando a los restaurantes a cobrar al cliente el importe retornable cuando se decide finalmente a pedir llevarse este seductor envase.
Su estética está basada en un diseño de más de cien años, de este agua cuyo reconocimiento oficial tiene su origen en 1775 con Carlos III, tras el que fue declara ‘De Utilidad Pública’ en 1790 y como ‘Real Sitio’ su balneario. En la actualidad la empresa forma parte del Grupo Osborne, y es calificada como el ‘gran reserva’ de las aguas minerales españolas.