Se trata de un ciclomotor diseñado y patentado íntegramente en España por la empresa Motor Vespa S.A. creada en Madrid por Enrico Piaggio, en 1952. Se fabricaron un millón ochocientos mil ejemplares durante 30 años en los que se exportó a Francia, Reino Unido, Marruecos, Colombia y Chile. Se sucedieron bastantes modelos, entre los que destaca el Vespino GL en 1975, que trae el faro rectangular en lugar del rojo característico de la primera versión.
La mecánica era muy básica, por lo que cualquier avería era frecuente que la reparase el mismo dueño.
Fue un icono de los jóvenes españoles desde finales de los ’60, en cuyo protagonismo únicamente puede compararse, en este ámbito del motor, con el Seat 600.
La Mobylette era el otro ciclomotor, que convivió con el Vespino, de diseño menos atractivo y proporciones más bajas, que era una continuación del modelo que fabricaba la empresa Motobécane en Francia, en 1949, que fabricó 14 millones. Desde los ’60 empezó a fabricarse en Éibar, por la empresa G.A.C. Que fabricaba al mismo tiempo bicicletas. Este otro producto, mucho más minoritario en España que el Vespino, era adquirido por personas de mucha más edad que este último, que con sus muchos y alegres colores era el principal deseo de los más jóvenes, y de muchas chicas que además les resultaba mucho mucho más cómodo el gran espacio abierto sobre el motor.